30.8.10

PANAMÁ: Diablo Rojo Cartonera


Javier Alvarado

APUNTADOR- Venga, Tumba Muerto, Transístmica, Vía España, Calidonia, Calle 12, Terminal. Va la Santa Muerte Cartonera por la Tumba Muerto con 5 minutos de adelanto.

CHOFERES- Ten tu cuara para cruzar las calles de Panamá y Latinoamérica.

Comienza el recorrido…

En el 2009, mientras revoloteaba en mi cabeza el cóndor de la poesía sobre las tierras chilenas y el deseo de ver a Nicanor Parra y a Gonzalo Rojas, tuve la oportunidad de entrar en una librería de cierta Universidad de Santiago en compañía de la poeta boliviana Jessica Freudernthal. Mientras ojeaba unos libros de Parra y del poeta muerto trágicamente, Rodrigo Lira, me pregunta ella "¿No vas a mirar los libros de la Cartonera?" Le confesé que no sabía de qué me hablaba y así pude conocer de sus manos, las bellas y sencillas ediciones que puede engendrar una cajeta de sus pétalos: el cartón. Me enteré de que la Cartonera existía prácticamente en todos los países latinoamericanos y que muchos poetas habían editado sus textos de esta forma. Luego en otros viajes y en pláticas con poetas amigos palpé más a fondo esta realidad.

El poeta Héctor Hernández Montesinos y Yaxkin Melchy nos hablaron de su Santa Muerte Cartonera y así luego el poeta Javier Romero pudo palpar en El Salvador el proyecto del poeta chileno y del poeta mexicano mencionados, igual que lo hizo Magdalena Camargo en Guatemala, y quien quedó fascinada con la germinación cartonera y se empeñó a que el proyecto arrancara en Panamá. Fue decisiva, hace unos meses, la visita de la poeta puertorriqueña, Nicole Delgado, quien nos dio algunas pautas, consejos y ánimos para dar luz a la enmienda.

Tras sucesivas reuniones, faltas de aliento, carencia de fondos, desmayos creativos, rutinas, labores habituales, ha surgido Diablo Rojo Cartonera Ediciones en Panamá, cuyo primer ejemplar reúne textos de los poetas nacidos bajo la denominación Generación 80, donde convergen diferentes formas de poetizar, tendencias o estéticas, versos largos, cortos, lirismo, brevedad, postneobarroco. Encontramos poemas existenciales, amorosos, de borracherra, de agonías celestiales y terrestres, de viajes corporales y de incertidumbres que experimentan los jóvenes poetas o los jóvenes del mundo. La cartonera panameña pretende, además rescatar la obra de varios poetas panameños de otras generaciones y darla a conocer en otras esferas; donde por uno u otro motivo, no ha sido posible. Los dejamos con los asientos libres para que ocupen nuestro diablo rojo (bus) poético, las paradas que cada uno traza en sus poemas, sin regatas o con ellas si son necesarias, siempre con nuestra invención orgásmica con la palabra.

Si el metro y el metrobus hacen desaparecer al diablo rojo, en nuestras ediciones seguirá deambulando con poesía.